13 d’abr. 2012

"La reforma de la precarieda​d laboral."

Javier Martínez Moyà.- Por fin vemos la cara más triste de la derecha oxidada del PP. Una derecha que pretende una derechización de la sociedad mediante la perdida de los valores que con sangre, sufrimiento y mucho sudor han ido obteniendo los catalanes y españoles a lo largo de toda la historia moderna.


Lamentablemente, pues es de lamentar que el gobierno central que debería ser el gobierno común de todos los españoles, pretenda sufragar todos nuestros valores para quedar bien ante sus socios izquierdistas y derechistas liberales de la Unión Europea. Nada queda de las promesas del día anterior al día 20 de noviembre, nada queda de las promesas del famoso “cara a cara” entre los señores Rubalcaba y Rajoy. Tampoco queda nada de los intensos y agotadores discursos durante el “Debate del Estado de la nación”.
Ahora nos queda lo que hay, lo que se venía venir, lo que veníamos denunciando, lo que nos pedía Bruselas. Todo aquello que inició el PSOE, pero que por razones electorales no puedo llevar acabo de forma completa.
Cierto es que lo veníamos denunciando, que muchos nos dieron la razón durante las últimas elecciones generales, de forma más concreta, unos 60.000 catalanes. No obstante, nuestro deber es denunciar y apuntar al enemigo de la clase trabajadora, que no es otro que todo aquel que pretende humillar y extirpar a los trabajadores los derechos que ellos, nosotros y entre todos hemos ido ganando. Este enemigo tiene nombre, apellidos y coletillas que lo unen entre si a pesar de tener dos o tres caras. Este enemigo es el PP cuando habla de cumplir la deuda, este enemigo es el PSOE cuando inició este trámite para venderse a los bancos privados. Este enemigo es el liberalismo apátrida, que odia y combate entre si a los integrantes de nuestra sociedad, entre izquierdas y derechas.
Antes que nada, quería definir que significa para un servidor el concepto “clase trabajadora”, ya que muchas veces nuestros enemigos intentan manipular nuestras palabras para que parezcamos un partido clasista. La clase trabajadora nada tiene que ver con la clase proletaria que defienden los comunistas, ni tampoco de forma exacta con la clase obrera. La clase trabajadora, que en otras palabras viene a significar “gente trabajadora” representa a todas las personas que de forma digna trabajan y se ganan el sueldo mediante la honorabilidad a los principios éticos. Por tanto, trabajadores somos todos, desde el artesano que con sus manos moldea el barro para dar forma a un bonito jarrón, al empresario que da trabajo a 5, 10 o 50 trabajadores. Por tanto, nuestro compromiso será siempre con esta gente, con la gente que se ha ganado sus derechos contribuyendo de forma social a la colectividad de todos.
Una vez ya definidos los enemigos, vamos a exponer de forma simple y clara lo que significa esta reforma laboral, que un servidor se permite calificarla de “reforma de la precariedad laboral”, pues no es otra cosa que un ataque descarado a la clase trabajadora.
Esta reforma laboral lo único que hace es mermar los derechos de los trabajadores, que ven como sus derechos desaparecen. Ven con temor como sus prestaciones y sus lugares de trabajo cuelgan hoy de un hilo muy fino. Pues los días de prestación económica que uno recibe por un despido improcedente pasan de 45 a 33, con una totalidad de 24 mensualidades de las 42 que recibían hasta ahora. Siendo una medida que simplifica el despido.Esta medida que nos la maquillan con buenas palabras solo beneficia a las grandes multinacionales, pues prácticamente ya han hundido a todas las empresas pequeñas que ahora podrían utilizar este nuevo “servicio”.
La parte más ruin de la reforma llega cuando una empresa demuestra su caída de rédito económico durante 9 meses seguidos, que ese es el caso de la gran mayoría de las empresas españolas. En este caso, los días pasan a ser 21 con un total de un año. Cosa que hace que la mayoría de españoles hoy deban temer por sus puestos de trabajo.
Siguiendo la reforma, el estado pretende fomentar el despido de la gente mayor de 40 años, que son mayormente los que hoy trabajan, la gente que actualmente no solo tiene un título académico en su rama laboral, sino que se ha ganado el título a base de experiencia durante los años trabajadores. En este punto entran los 3000€ ante la contratación de un trabajador de menos de 30 años. Con lo que se ahorran en despidos y los 3000€ que se dan, las multinacionales tienen el marco laboral servido y los trabajadores son palomitas que explotan en la paella. Puesto que el principal problema de las pequeñas y medianas empresas no son los 3000€ o el tener uno o dos trabajadores más, el problema es el crédito y para solucionar esto el PP no ha hecho nada.
Ya para finalizar hacer esmera en el 25% de más que cobrarán los nuevos trabajadores que se inserten de nuevo al mundo laboral, pues es sabido por todos que ya hay más de un millón y medio de personas que no reciben ninguna prestación por desempleo, por tanto, cada vez van a ser menos los que van a poderse beneficiar de ese tanto por ciento.
Por tanto, nuestras recetas son básicas y sencillas:
-Pagar la deuda si esto hace que fluya el crédito. Es absurdo pagar deuda si esta asfixia al trabajador español.
-Potenciar nuestras empresas, a las cuales debemos garantizar un sistema de proteccionismo.
-Expulsar a los inmigrantes ilegales y aquellos que tenga un paro de larga duración.
-Empezar a recortar por lo más sano: políticos, sindicatos vendidos y ayudas sociales a aquellos que no son merecedoras de ellos.
Esta es la crítica y lo que significa la reforma laboral, que no es otra cosa que la reforma de la precariedad laboral.


*Militante de Plataforma per Catalunya (PxC) en Arbeca (Lleida). 
Fuente del artículo: http://www.alertadigital.com/2012/02/16/la-reforma-de-la-precarieda%E2%80%8Bd-laboral/